martes, 4 de marzo de 2008

EL SUEÑO DE MARIKO-SAN

MARIKO-SAN, nació en el seno de una familia humilde, era la menor de cinco hermanos, su piel era más blanca y fina que la mejor de las porcelanas, sus ojos rasgados vislumbraban una mirada limpia, brillante, llena de vida, sus cabellos negros como el azabache, unas veces suelto y otras recogido, pero siempre adornado con flores e incluso en otras ocasiones, con mariposas de sedas de colores que ella misma confeccionaba.

Era un ser dulce, que desprendía amor, amor que recogía todo aquel que se le acercaba, porque MARIKO-SAN era un ser especial.

Sus padres cultivaban flores y cada hermano, trabajaba en cosas distintas, pero ella era la encargada de llevarlas al mercado para venderlas, hacia el recorrido a pie, con su cesta en la espalda, era un sueño verla caminar, siempre contenta, tarareando canciones y dejando el aroma de las flores por donde pasaba… pero su sueño era bailar y bailar, amaba la música y siempre que algún músico deambulaba cerca del mercado, se arrimaba a su puesto, ella se quedaba extasiada escuchando, no siempre eran los mismos músicos, ya que por lo general, era gente de paso y tocaban para ganarse un poco de dinero y luego seguir camino.
Cierto día, un muchacho argentino que tocaba el bandoneón, fue a parar a su lado, se quedó en ensimismado mirándola, nunca había visto un ser tan bello como MARIKO-SAN, sin mediar palabra puso su pequeño taburete y empezó a darle al fuelle. Las notas empezaron a surgir con fuerza del bandoneón y se iban calando muy hondo en el corazón de la muchachita, de sus bellos ojos las lágrimas empezaron a deslizarse, resbalando por su carita y cayendo sobre las flores que ella con suma delicadeza, trató de secar.

MARIKO-SAN, hacía que ese bandoneón sonara cada vez con más fuerza, la mirada tímida de ella se cruzaba con la del muchacho, esa mezcla de sentimientos se desbordaba por momentos, ella nunca había escuchado ese tipo de música y en un acto de valor, le preguntó ¿Qué es lo que tocas? nunca oí nada igual, pero siento como si esa música me hubiese pertenecido toda la vida.

Son tangos, son los sonidos que amo, que siento, que vivo, cuando me siento triste ellos me dan la vida, y cuando estoy alegre me hacen vibrar más aún.

¿Y esto se baila? Le preguntó ella… ¡Ya lo creo que se baila!...abrazados, sintiendo la música desde lo más profundo de tu corazón.

MARIKO-SAN, bajó la mirada y la orquídea que tenía en la mano, se le cayó al suelo, el se agachó al tiempo que ella lo hacía y sus miradas se encontraron. Cuando LEANDRO se miró en sus ojos, sintió la belleza de los lagos de su país, el cogió la flor y le acarició con ella su carita, bajó de nuevo la mirada, pero entre ellos el duende del tango había surgido.

Yo puedo enseñarte a bailar si vos querés….¿Siiiiii?...sus ojos rasgados parecieron agrandarse por momentos, mañana podemos quedar después del mercado, aquí cerca tengo un amigo que también es músico y en la parte cubierta del jardín de su casa cuyo suelo es de madera, yo puedo enseñarte.

MARIKO-SAN dudó un instante, pero la oportunidad de poder bailar y aprender con esa música, fue mayor que sus dudas.

Al día siguiente se encontraron en el mercado nuevamente, ella llevaba una especie de delantal, que cubría buena parte de su vestido, pero se podía ver un poco la seda negra y el cuello japonés.

El muchacho tocó como nunca su bandoneón, sin apartarse un solo momento de su lado durante toda la mañana. Cuando el tiempo del mercado concluyó, MARIKO-SAN recogió todo, el sol le daba de espaldas iluminando su figura, una silueta que dejaba al muchacho enamorado.

Se quitó el delantal y un vestido de seda negro, ajustadito con dos pequeños cortes laterales, la perfilaban como una sombra chinesca, que ser más bello, a LEANDRO le costaba reaccionar, los rayos del sol despuntaban en los cabellos de MARIKO-SAN, dibujando en el cielo, como si fueran pájaros en pleno vuelo.

Se dirigieron a la casa que estaba muy cerca, él por el camino le tomó de la mano con mucha ternura y temeroso de que ella pudiera rechazarla, pero sintió la caricia de su mano, como si un pañuelo de seda se deslizara por ella, Su amigo les abrió la puerta, donde se respiraba paz y sosiego. Era un hermoso jardín, él puso la música que tenía de su país “SUS TANGOS”, se acercó a ella y le rodeó con su brazo, fue como abrazar una nube, sus mejillas se juntaron y ella dejó que el le indicara los pasos, parecían haberlo hecho toda la vida.

MARIKO-SAN, se movía en vaivenes como las olas cuando acarician la orilla del mar, sus pasos eran suaves y seguros al mismo tiempo, los tangos sonaban con fuerza, pero su baile era firme y dulce a la vez, su porte era elegante y su cintura, se cimbreaba como el tallo de sus flores, el sentimiento ganaba pasos de gigante, caminaban y caminaban, acababa uno y seguían con otro, perecían haber bailado toda la vida. Un baile nuevo, un sentimiento encontrado, un sueño hecho realidad.

Después de ese día, surgieron muchos otros, sintieron que eran el uno para el otro, y fue con A EVARISTO CARRIEGO, que al terminar de bailar, su primer beso les unió para siempre, fue el tango, fue el duende, fue la vida o simplemente el amor que surge cuando menos se espera, saltó en una nota arrancada del bandoneón, el sentimiento que despertó la música o sencillamente, que estaba escrito que el tango les uniría para siempre, de pronto supieron que nada los separaría y que ese abrazo perduraría en el tiempo.

Una lluvia finita empezó a caer, LEANDRO la rodeó con sus brazos desde la espalda, apoyando la cabeza en su hombro, eran ambos como un lazo, un lazo de amor, contemplaron la lluvia incesante, cuyas gotas resbalaban entre las flores como una sinfonía de colores, sin mediar palabra estaban así en la gloria, mientras TRENZAS seguía sonando…



Trenzas,
Seda dulce de tus trenzas
Luna en sombra de tu piel
Y de tu ausencia.
Trenzas que me ataron en el yugo de tu amor
Yugo casi de blando de tu risa de tu voz…
Fina
Caridad de mi rutina
Me encontré tu corazón
En una esquina…
Trenzas de color de mate amargo
Que endulzaron mi letargo gris…


¿Adónde fue tu amor de flor silvestre?
¿Adónde, adónde fue después de amarte?
Tal vez mi corazón tenía que perderte
y así mi soledad se agranda por buscarte.
¡Y estoy llorando así
cansado de llorar,
trenzado a tu vivir
con trenzas de ansiedad... sin ti!
¡Por qué tendré que amar y al fin partir!

Pena,vieja angustia de mi pena,
frase trunca de tu voz
que me encadena...
Pena que me llena de palabras sin rencor,
llama que te llama con la llama del amor.
Trenzas,
seda dulce de tus trenzas,
luna en sombra de tu piel y de tu ausencia,
trenzas,
nudo atroz de cuero crudo
que me ataron a tu mudo adiós...
(Trenzas DE: Homero Expósito)

MARIKO-SAN…dime…TE AMO y yo a ti LEANDRO....¿sabes una cosa? siiii MARIKO-SAN?...siento que "tus tangos" nos han unido para siempre....


La lluvia finita siguió cayendo, las notas de Trenzas se trenzaban con las gotas de lluvia, mientras ellos contemplaban el jardin, un inmenso arco iris atravesaba las ramas y las flores, sus figuras formaban parte de ese lienzo recién pintado, el amor es difícil de pintar ¡tiene tantos colores! pero ellos supieron plasmarlos todos




30 comentarios:

BRUIXETA dijo...

Campanilla,me he emocionado al leer esta linda história,casi he podido ver a los dos protaganistas bailando y escuchar los acordes de ese lindo tango.He tenido un poco de envidia de Mariko-san, me gustaria tener un encuentro con alguien tan romantico como el músico.
Un abrazo de...

Anónimo dijo...

De esta historia podría deducirse que el amor es un mendigo:
"Me pides, y en la actitud de darte, recibo lo mejor de mí misma".
Abrazo
María

Campanita de BarZaires dijo...

Hola mi bruixeta, que ilusión me hace leerte, gracias por tus palabras que siempre me hacen sentir tu corazón de bolero...oye y si cerramos los ojos ¿a ver que pasa?
soñemos....Un beso grande y un abrazo aún más grade de esos tan nuestros. Te quiero un montón

Campanita de BarZaires dijo...

Maria, me encanta tenerte aqui, siempre me dejas sin palabras...espero darte a ti siempre ...lo mejor de mi misma.
Un beso.

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Es gracias a ti, y a los demás posedores de un blog con los que con tanto afecto podemos comunicarnos la magia que en ellos se encierra y se disfruta, como esto que ahora escribes.

Gracias por la solidaridad y tu deferente apoyo.

Besos para tu alma.

Campanita de BarZaires dijo...

Gerardo, ha sido una bonita sorpresa encontrarte aqui.
Ojalá lo consigas, tu blog es una belleza, me encanta, pasaré a menudo a visitarte,es realmente precioso no sólo por la imagen que da nada más verlo, sobretodo por su contenido.
Un beso.

poca luz dijo...

...me gusta leerte porque me cuentas la historia. Y no sigo unas letras, escucho una voz.

...no todos tenemos ese don.

Aprovechalo niña.

Un abrazo grandote.

Nochestrellada dijo...

Muy bella historia...
parece de cuentos...
también me da un poco de envidia...

gracias por tu huella
un beso
hasta pronto

Campanita de BarZaires dijo...

Nadaq, siempre tienes las palabras precisas que hacen que el alma se eleve a lo más alto, nunca me cansaré de repetirte que fue una suerte haberte encontrado, no por lo que dices sino por lo que significa tenerte cerca.

El don es haber dado contigo.

Un beso muy grande.

Campanita de BarZaires dijo...

Nocheestrellada, ¡cuanto me alegro de verte por casita!, gracias a ti por dejar tus huellas en este caminito que poquito a poco forjamos entre redes, compartiendo no sólo escritos, también esa amistad invisible que aunque no se vea...se nota.
Besos y abrazos.

Enmascarado dijo...

Hemos olido las flores, escuchado la música, Bailado el Tango.. me ha parecido casi percibir la suave piel de Mariko-San.

Es increible como logras transmitir todas esas sensaciones.
George B. Shaw dice que "Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma"

Y Arte es ésto que has escrito.. y todo el mundo se dará cuenta de lo esplendoroso de tu interior, que brota florido entre tus lineas.

Esas alitas no tienen límites..cada vez te superas.

Besos con admiración

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Felíz día de la mujer. Hoy, mañana y siempre.

Besos para tu alma.

Campanita de BarZaires dijo...

Enmascarado, creo que tu me elevas más alla de las alitas, pero un millón de gracias por transmitir siempre tu sensiblidad no sólo en tus escritos sino en tu persona a través de las letras.
Me voy a pasear por tu blog, donde tu persona se vuelve escritura envuelta de magia.
Un beso enorme.

Campanita de BarZaires dijo...

Gerado...un millón de gracias por tu detalle y por ese hoy, mañana y sempre.
Un beso.

Gaby del Río dijo...

Campanita: Debo decirte que al leer éste relato me ha removido muchas cosas, la cultura musical argentina es un sueño, "El tango" y en sí la música es maravillosa, sabes? mi marido es músico y te puedo asegurar que el escucharlo tocar embruja, me encanta mirarle mientras con sus manos convierte cuerdas en un sonido tenue que me llega al corazón y al alma.

¡¡Qué historia!! Te dejo un fuerte abrazo y un beso.

:)

Campanita de BarZaires dijo...

Gracias Gaby, se nota que eres un ser muy sensible por como expresas los sentimientos, realmente la música es maravillosa y yo pienso muchas veces que es algo tan imprescindible en la vida, que llena de momentos mágicos los días, y el tango...bueno el tango es mi pasión, no sé que tiene esa música que cuando voy a bailar a la milonga, nada más abrir la puerta, siento que me invade...y me hace sentir muy bien.

Un beso muy grande y gracias por compartir esa parte de tu vida.

Gaby del Río dijo...

Campanita, vengo de vuelta tras leer tu nuevo comentario.

La verdad es que he escuchado el tango y te puedo decir que me encanta, pero es algo de lo que no puedo hablar extensamente pues no conozco muy bien, y me va a encantar conocer mucho mas...supongo que habrá mucho mas sobre el tango aquí...y claro que estaré aquí para leerlo y ponerme al corriente con todo tu blog, pues no lo he leído todo.

Gracias a tí, por compartir ésto

Besos
:)

Gerardo Omaña Márquez dijo...

Todo un adagio que enternece y nos hace llorar de sentimiento.

Y serás igual que te imagino, con la misma sonrisa,
el mismo amor,
con el mismo candor conque besabas mis ojos
y con tu suave aliento
que hoy quiero recordar como una brisa.
Besos para tu alma.

Campanita de BarZaires dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Campanita de BarZaires dijo...

Gaby, gracias por venirte a casita de nuevo, pero me voy a pasar por tu blog para darte una web. fantástica donde vas a encontrar un montón de cosas sobre el tango...aparte una excusita para verte de nuevo.
Un beso.

Campanita de BarZaires dijo...

Gerardo, es precioso cuanto has puesto, por eso tu blog refleja lo que trasluces a través de las letras, no dejaré de venir a verte, y me llevaré conmigo a todos mis amigos.

un beso grande.

Gaby del Río dijo...

Campanita: Nuevamente por acá! :D
Muchas gracias por el tip, me ha encantado!! Y muchas gracias también por el comentario....

Te dejo un besote y un abrazote!
:)

Campanita de BarZaires dijo...

Gaby, encantada de verte nuevamente y un beso muy grande para ti.

Nochestrellada dijo...

Dejé algo para vos en mi ciudad huella..
cuando puedas pasá a buscarlo...

Campanita de BarZaires dijo...

noche estrellada, vengo de tu casita...un millón de gracias, de besos y todo mi cariño.

Nochestrellada dijo...

No tienes nada que agradecer...
ya lo has hecho pasando por mi ciudad...
sin darte cuenta...
las palabras se te escaparon y dijeron todo lo que querías expresar...

besos estrellados

T S dijo...

Mariko-san...
me encanto tu sentir en este sueño que me ha emocionado
beso amiga
ts

poca luz dijo...

...y que tal si bates tus alitas y te vienes a la isla?. Hay algo para tí.

. dijo...

creo que me quedo a vivir en tu blog :)

cada palabra ilumina como luciérnagas, bello

gracias
claudia

ayyy de miii, que no tengo tiempo para nada, y te apareces de pronto!! jajaj

Campanita de BarZaires dijo...

Jajaja Claudia me haces reir, un beso muy grande ...bueno que te hago un huequecito para que no te vayas nunca.

Un beso muy grande.